ISEGORÍA. Revista de Filosofía moral y política, N.º 68
enero-junio 2023, r05
ISSN-L: 1130-2097 | eISSN: 1988-8376
https://doi.org/10.3989/isegoria.2023.68.res05

CRÍTICA DE LIBROS

Un ensayo ilustrado para no olvidar las tiranías del s. XX y el peligro de sus resurrecciones. Reseña de: Timothy Snyder, Nora Krug, Sobre la tiranía. Veinte lecciones del siglo XX, Barcelona, Salamandra Graphic, 2022.

Review of: An illustrated essay to not forget the tyrannies of the 20th century and the danger of its resurrections.

Rodolfo Marcone-Lo Presti

Universidad de Valencia

https://orcid.org/0000-0003-2132-3127n

Tenemos en nuestras manos la preciosa edición de la obra de Timotyh Snyder, el eminente profesor de Historia contemporánea de Yale University. Obra denominada: Sobre la tiranía. Veinte lecciones del siglo XX, aparecida el año 2017 originalmente y reeditada con sendas ilustraciones el año 2022. En aquella época generó una muy buena impresión en el público en cuanto a llamar la atención sobre la fragilidad de los sistemas democráticos frente a las manifestaciones de la tiranía en tiempos de una política populista y convulsa como la inaugurada por la era de Trump o de Bolsonaro en occidente y de Putin en el oriente eslavo. Esta reedición trae consigo las hermosas ilustraciones de la artista Nora Krug, profesora de la Parson School of Design de Nueva York, que llenan de poder, inspiración y calidez un libro esencial para entender los momentos políticos que viven nuestras democracias con peligros y desafíos alentados por una creciente polarización.

La belleza estética y las ideas muchas veces corren por carriles totalmente separados en la modernidad tardía. A nuestra actual sociedad política nos hace falta entender el poder de la belleza para comunicar y educar de forma humana y profunda.

El arte es capaz de movilizarnos a otros campos de sentido, como defiende la tesis del nuevo realismo en la obra de Markus Gabriel. Por ello creemos que la obra de Snyder con este nuevo formato con ilustraciones. El arte icónico conjugado con al texto potencian su propósito de educar para el ejercicio de la ciudadanía, cuestión que tanta falta nos hace en Iberoamérica.

Snyder recuerda que la tiranía esa vieja forma anómala de gobierno ya descrita por Platón y Aristóteles, se extendió hace menos de un siglo en occidente con la asunción de los regímenes totalitarios -fascismo, nazismo y comunismo-, estas tiranías nacieron de democracias quebrantadas por una globalización incipiente donde la ética se esfumó de repente en las elites. La obra de Snyder y Krug, es realista y su insumo es la historia reciente del Siglo XX. Una historia cargada de violencia, guerra y tiranía.

El autor nos llama a no obedecer antemano, ya que como demostró Milgran con su experimento de psicología social, donde ciudadanos aplican impulsos eléctricos siguiendo la orden de la autoridad, quien señaló: «las personas son un extremo receptivas a las normas nuevas en entornos nuevos.

Sorprende lo dispuestas que están a hacer daño y matar a otros en pos de un objetivo nuevo si una autoridad así se lo indica» (p. 12.). Nos recuerda que el autoritarismo obtiene su poder de la concesión que ciudadanos bien intencionados hacen en un inicio.

No podemos entregar la soberanía popular a quien nos prometa un orden nuevo o un bien a cambio como la paz o la seguridad -aunque estos sean bienes excelentes-, acá el autor toma prestados los hechos de la historia alemana con la primera fase de implantación del nazismo por la vía democrática en las elecciones de 1932. Nos recuerda que es muy importante elegir según valores de bien y verdad y no por mera conveniencia del momento.

La obra nos quiere recordar que las instituciones que conforman una democracia, no son autocéfalas o incrustadas en la maquinaria de la naturaleza. Estas instituciones dependen de nosotros, de nuestro compromiso, como la prensa libre y el dinamismo de los partidos políticos. Nos invita a recelar del Estado controlado por el partido único, y nos recuerda la idea de Jefferson: «la vigilancia eterna es el precio de la libertad» (p. 18), una actitud sobre la vigilancia de nuestra propia ética del cuidado hacia los otros nuestro entorno, así evitaremos caer la falaz idea de que vivimos en una perfección imaginaria, cuestión que las tiranías son expertas en construir.

Por ello el autor nos llama a asumir lo que él denomina: «la responsabilidad del mundo», que emana de la dimensión política de la vida humana en su capacidad performativa de transformar el medio ambiente en que vivimos con lo que hacemos o dejamos de hacer (p. 24-25). Así las cosas, las decisiones del electorado permiten que regímenes tiránicos asuman el poder y lo rapten, todo ello acompañado de un régimen simbólico que transforma la realidad según un discurso -el cual es el único posible, so pena de cárcel y muerte-, nos recuerda Snyder como funciona la tiranía, aquella que ideo el holocausto del pueblo judío o el genocidio dirigido por Stalin en la purga.

El autor reconoce que debemos «Recordar la ética profesional» como única manera de sostener un Estado de Derecho frente a la amenaza de líderes políticos sin escrúpulos éticos. Se pregunta cómo habría sido el mundo si los abogados y médicos se hubieran negado a trabajar con fascistas, nazis y comunistas. Evidentemente todo habría sido más difícil para los tiranos.

Así las cosas, sospechar de los paramilitares y ser reflexivos si portamos armas es una actitud crítica en la democracia. Snyder recuerda cómo «los grupos armados degradan un orden político y luego lo transforman» (p. 36) y que los principales ejecutores de las barbaridades de los regímenes totalitarios fueron servidores públicos armados.

Así las cosas, las personas deben dar el ejemplo en momentos de opresión, si nos rendimos ante el tirano y no hacemos nada, el status quo seguirá, y es justamente de lo que trata la tiranía. Snyder llama a defender nuestro idioma, a leer libros de manera reflexiva, a contrastar la información de internet, en suma, a vivir con espíritu crítico, y separarnos de internet como único canal informativo, el mundo bidireccional de internet es fácilmente manipulable, y por ellos nosotros también. El autor recuerda las enseñanzas de Victor Kempler, como estudioso del discurso de la propaganda nazi y nos advertía sobre como los políticos totalitarios rechazan la oposición legítima, vuelven el lenguaje en una lucha de amigo/ enemigo tal como lo concibió el ideólogo filonazi Carl Schmidt. Snyder nos recuerda, que para evitar estos discursos de la mentira y radicalización debemos creer en que podemos alcanzar la verdad. Por ello señala «Nos sometemos a la tiranía cuando renunciamos a la diferencia entre lo que quiere oír y lo que de verdad ocurre». (p. 57).

La verdad puede ser desplazada por lo que hoy llamamos posverdad, siguiendo a Kempler, Snyder explica que es la expresión del desprecio del mundo real por uno de orden imaginario fuertemente emocional, donde la repetición infinita de una idea y uso de las falacias es parte del lenguaje político, todo esto se funda en un pensamiento mágico, donde el principio de la lógica o de contradicción es mutilado, para terminar el tirano auto otorgando una forma de fe autodirigida, por ello los tiranos se endiosan a sí mismos, y establecen mecanismo de desprecio a las pequeñas verdades de la vida, que son reemplazadas por eslóganes. Este camino de la tiranía ya se practicó antes, vale la pena recordarlo.

Para detener el mundo de la mentira, nos recuerda el autor, debemos investigar y para ello debemos desentrañar los acontecimientos nosotros mismos, utilizando fuentes de información fidedignas como periodismo independiente y estudios científicos. Snyder nos recuerda «Es nuestra capacidad de discernir hechos lo que nos convierte en individuos y nuestra confianza colectiva en el conocimiento común lo que nos convierte en sociedad». (p. 65). Existió un tiempo en que lo factual podía derribar la mentira como Hanna Arendt diría. Pero hoy con el mundo bidimensional de internet metido en cada mente humana esto no está sucediendo, por eso el autor llama a implicarnos en el mejor periodismo ese que viaja, hace entrevistas, mantiene contacto con las fuentes, surfea en fuentes documentales, lo verifica todo en el mundo factual. Así las cosas, nos recuerda lo que enseño Havel: «Si el pilar principal del sistema es vivir una mentira, no sorprende que la amenaza fundamental contra él sea vivir en la verdad». (p. 71).

Para lograr que triunfe la verdad necesitamos «mirar a los ojos y charlar» (p. 74) para conocer el paisaje psicológico de nuestras sociedades, de esta manera podremos «practicar una política corpórea» esto significa para el autor dejar el mundo de las pantallas y las comodidades, y movilizar nuestra vida con nuevas amistades y otros contextos socio-culturales.

Solo así podremos construir comunidad política organizada, y que esta pueda ser fuerte, frente a las ideas totalitarias.

Así las cosas, otra lección importante para repeler la tiranía es «contribuir a buenas causas». Nos permite ayudar a quienes hacen el bien, conocerlos y unirnos a ellos, esto crea un tejido social sano y rico, o sea una sociedad civil, que un día podrá enfrenta al tirano y derrocarlo por las amas de la no violencia activa, tal como Gandhi lo demostró. Por ello en la tesis defendida por el autor, la sociedad civil debe estar aprendiendo de experiencias de otros países, tal como sucedió con Ucrania que desde el 2013 fue víctima de una ciberguerra y mentiras dirigidas desde el régimen de Putin, todo esto realizado para preparar la invasión al Donbass el 2014 y el derrocamiento del gobierno democrático en Kiev. Para Snyder los ucranianos reaccionaron rápido y combatieron a Rusia con las armas de la información y el periodismo independiente. Hoy en medio de una cruenta guerra que recuerda la invasión de Hitler a Polonia en el año 1940, Ucrania con su valentía defiende la democracia occidental.

Snyder nos quiere recordar al final de la obra que debemos prestar atención a las «palabras peligrosas» como: «excepción» o «emergencia permanente» o «terrorismo» y «extremismo». Snyder nos recuerda las ideas del pensador Carl Schmitt quien enseñó que los Estados son las instituciones que pueden establecer la excepción. El tirano podrá generar un relato de una situación que denomine excepcional -ataques terroristas- y luego podrá transformarlo en un estado de emergencia permanente, donde esté autorizado todo tipo de persecución a los «extremistas» por cierto que serán la oposición política. Recordemos la triste historia de América Latina y los regímenes militares de excepción que con crueldad mataron, desaparecieron y torturaron a miles de personas el siglo pasado.

El autor nos recuerda que la característica primordial de la tiranía moderna es «la gestión del terror», por ello recomienda cuando llegue el desastre, y el tirano empiece a reducir los controles y equilibrios de las instituciones democráticas, la disolución de los partidos opositores, el cierre de los medios de comunicación libres, limite el derecho a un juicio justo y racional, y considere toda opinión en contra traición a la patria, ya se está aplicando todo el conocimiento creado por la escuela hitleriana de la tiranía.

Snyder recuerda el inicio del régimen de Putin en 1999, con los sospechosos atentados terroristas que lo llevaron a iniciar una guerra en Chechenia y luego consolidar su poder. Así mismo Hitler llegó al poder con el incendio del parlamento alemán en 1933. Momentos de terror, que necesitan de liderazgos fuertes, es el mecanismo que utilizan, para destruir la institucionalidad democrática. James Madison diría que la tiranía «llega durante una emergencia favorable» (p. 102).

Finalmente, el autor tratará del «verdadero patriotismo», ese que busca la mayor perfección ética en la comunidad y no el que se confunde con el falaz nacionalismo que se basa en el relativismo ético, donde la «única verdad es el resentimiento que nos nace al pensar en otros». (p. 105) y por ello finalmente Snyder nos llama a la valentía, porque si ninguno de nosotros está dispuesto a dar la vida por la libertad, la terminaremos perdiendo en manos de quien esté dispuesto a todo por arrebatárnosla.

Los recientes hechos de la invasión del régimen de Putin a Ucrania en febrero del 2022, el aumento de las narrativas polarizadas en las democracias occidentales -el intento golpista de fanáticos en EE. UU. el año 2021 y Brasil en enero del 2023- nos demuestran la necesaria difusión de esta obra, para combatir el peligro siempre presente de la tiranía.