Isegoría, la revista sobre filosofía moral y política fundada por Javier Muguerza en 1990 como emblema del Instituto de Filosofía del CSIC, sigue adaptándose a los nuevos tiempos. Desde hace algún tiempo ya no se imprime, salvo bajo demanda, en papel. Pero ahora cambia su metodología y se comunicará con sus colaboradores a través de la plataforma OJS3. En principio esa herramienta de gestión automatiza distintas tareas y permite seguir la pista de cómo va la evaluación. Se consigna cada una de las actuaciones y los mensajes quedan homologados.
Con todo, las revistas tienen dos talones de Aquiles. Uno es la creciente demanda impuesta por los índices de impacto y los certificados que alimentan toda suerte de aplicaciones relativas a una carrera profesional balizada por itinerarios casi algorítmicos. Esto impone una criba previa de los originales para no iniciar procesos evaluativos que harían perder el tiempo a quienes protagonizan la evaluación por doble par ciego.
El puntal del sistema, sus auténticos protagonistas, no son otros que quienes integran una determinada especialidad académico-científica y que corresponsablemente debe proceder a evaluar el trabajo ajeno, tal como somete a su vez el propio en una u otra ocasión. Lo malo es que se trata de una labor con escaso reconocimiento y ningún tipo de gratificación económica. Resulta curioso que no haya ninguna partida económica para compensar este imprescindible quehacer, cuando sin embargo se destinan fondos públicos a las grandes corporaciones editoriales privadas para poder publicar en abierto, tal como demanda que la sociedad reciba el fruto de lo financiado con sus impuestos.
Otro tanto sucede con quienes componen los consejos editoriales o de redacción. Requiere un tiempo que normalmente se prefiere dedicar al trabajo personal o del grupo en que cada cual se inserta. Por eso agradecemos los nuevos fichajes que se han mostrado dispuestos a engrosar el Consejo de Redacción de ISEGORIA: Atocha Aliseda, Ricardo Gutiérrez Aguilar, Caterina La Barbera, Jean-Claude Lévêque, Delia Manzanero, Iker Martínez, César Rendueles, Nuria Valverde y Angélica Velasco. E igualmente a quienes repiten mandato: Gerardo López Sastre, Armando Menéndez y Eulalia Pérez Sedeño, especialmente a Nuria Sánchez Madrid por su labor en la Secretaría de Redacción. También continuamos los abajo firmantes, Concha Roldán y Roberto R. Aramayo. Pero la revista no funcionaría si Luis Rodríguez Yunta no hubiese reemplazado a Francisco Maseda como Secretario Técnico y no contásemos ahora con Susana María García Vargas realizando esas funciones.
Habrá que prestar más atención al desarrollo que cobran las aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA) por su eventual incidencia en las autorías de originales y su repercusión en las evaluaciones. En este número publicamos un dosier monográfico sobre Balibar y los problemas relativos a la desigualdad. Y actualmente están publicadas las convocatorias de originales para sendos dosieres sobre la ejemplaridad, la desafección política y la religión en Foucault.