DESAFECCIÓN POLÍTICA Y NUEVOS VÍNCULOS SOCIALES, coordinado por Gabriel Aranzueque (Universidad Autónoma de Madrid - UAM)
Este dosier monográfico de la revista ISEGORÍA propone investigar los nuevos vínculos que produce la desafección política en distintas esferas sociales, junto al surgimiento de los lenguajes de la mutualidad y de la solidaridad que están reconfigurando actualmente los espacios informales de la mediación representativa y de la participación en la vida pública, con especial atención a las cuestiones de género.
El fenómeno de la decepción ciudadana se ha convertido en un tema preferente de análisis estas dos últimas décadas en el ámbito de las Ciencias Políticas. Esa atención ha ido en paralelo con el interés institucional creciente que han evidenciado las líneas de investigación priorizadas por los Programas Marco de la Unión Europea: Horizonte 2020 y Horizonte Europa, que no han dejado de insistir en la necesidad de dar una respuesta inmediata, especialmente entre los más jóvenes, a ese sentimiento persistente de extrañamiento respecto a las instituciones y a los valores e intereses que representan, en un clima como el europeo, abiertamente encaminado, al menos formalmente, a una imprescindible regeneración democrática. Sin embargo, llama poderosamente la atención que estudios filosóficos expresamente dedicados al tema de las pasiones sociales hayan desatendido el estudio de la desafección, clave en los móviles y motivaciones de la acción política y social.
Desde nuestro punto de vista, el desengaño respecto a las instituciones y a los valores que representan, como efecto acumulado de una crisis de legitimidad que se arrastra desde hace décadas en las democracias más avanzadas y que desemboca en su progresiva pérdida de representatividad, no tiene por qué ser solo fuente de depresiones, anomia social y nihilismo pasivo generalizado. Por el contrario, abre una puerta a nuevas formas de vínculo social, no menos “políticas” que las anteriores, por más que puedan parecer anómalas o periféricas, quizá porque ya no encajan con las categorías tradicionales de la mediación social: la casa o la aldea, en el léxico de la Política aristotélica, la familia o las corporaciones de la sociedad civil, en el modelo hegeliano. Si bien la desafección está marcada muchas veces por los sentimientos del desengaño, la amargura y la decepción, que pueden lastrar la posibilidad de una agencia eficaz o efectiva, no es menos cierto que, si adopta un papel agente, al romper con la naturalización de la persona fingida (ficta) propia de la representación y su artificio, llevada a cabo por las formas de gubernamentalidad contemporáneas, está en mejores condiciones de resignificar el vínculo a través de otras prácticas de subjetivación. A nuestro juicio, el entramado de prácticas de identificación, reconocimiento, reciprocidad y compromiso que constituyen el vínculo es el producto, así como la condición y el punto de referencia, de los procesos de reconstrucción de la subjetividad.
De ahí que creamos necesario proponer a la comunidad investigadora un dosier monográfico sobre esta cuestión, centrado en el análisis de las pragmáticas del vínculo social y, especialmente, en los espacios intermedios donde nacen los afectos políticos y donde se establecen, performativamente, las convenciones representativas que los regulan, con especial atención a las cuestiones de género implicadas. Entendemos que ello podría iluminar las prácticas de reconocimiento, de relacionalidad, de mutualidad y de solidaridad que conforman la subjetividad política ciudadana. Desde esa encrucijada, creemos que podrá darse cuenta de una multitud de fenómenos y experiencias que alimentan, en nuestros días, la desafección y el malestar por el déficit representativo de nuestros sistemas políticos, pero también la generación de nuevos vínculos sociales.
El plazo para la presentación de originales termina el 30 de junio de 2023.